Todo dispuesto y esperando a que el reloj marcara el inicio de la marcha, por delante una bella estampa de salida, la carrera se inicia con unos jinetes a caballo abriendo la marcha, bonito detalle de la organizacion, el paso de los corredores por las calles de Poza se hace con precaución, publico espectante viendo la salida, primeros kilómetros fáciles y de camino ancho donde cada participante va tomando su situación en el pelotón, en el kilómetro cinco, primera tachuela el Alto de Pepijon, se hace un poco difícil con el barro y la lluvia que esta callendo.
El rápido descenso nos llevara a Piedramazal y de continuo a Padrones de Bureba, como en ediciones anteriores los vecinos de este pequeño pueblo en las calles para animar a los participantes, se agradece mucho, de nuevo tenemos rampas duras y muy resbaladizas por la lluvia, parece que nos quiere dar una pequeña tregua para tomar las primeras rampas del Alto de San Andrés, poco a poco tomamos el pulso a las fuertes rampas, llegamos a coronar, comienza el descenso hasta Tracastro, el barro va haciendo de las mella, averías en los cambios, cadenas etc.
Las pedaleadas nos llevaran hasta Ventavieja para iniciar las rampas duras, exigentes del Alto del Trillo, tomaremos buen camino por el páramo, fácil de rodar, recorremos tramos que la organizacion a realizado como nuevos que nos llevaran a un increíble sendero, duro, difícil, estrecho, pero realmente maravilloso, el Sendero de los Bojes, interminable, espectacular, mucho trabajo por parte de los voluntarios y organizacion para poder limpiar esta zona, solamente decir que nos dejaron sin palabras, es una maravilla de sendero.
Salimos del sendero, buen terreno para rodar que nos llevara hasta Vallehondo por la zona de Castil de Lences, queda poco de ruta, pero queda sufrir la ultima tachuela de la ruta, el Alto del Castillo, es el kilómetro 35 de la ruta, corta subida pero con rampas muy duras y el castigo de la ruta esta en el cuerpo, barro, agua y porcentaje de desnivel acumulado, en la cima el ultimo avituallamiento, un buen trago de agua un poco de fruta y rapidamente en marcha, el cielo toma un color oscuro y de nuevo agua, suerte tenemos que en un kilómetro deja de llover y nos dejara realizar el descenso al Valle Salinero con todas las garantías y precauciones para evitar caídas, entramos en las calles de Poza en un abrir y cerrar de ojos nos encontraremos la ultima rampa que nos lleva a meta, como siempre en este vello pueblo, animada la zona de meta y los vecinos aplaudiendo a los participantes.
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