Pogacar, que acostumbra a engullir hitos ajenos para, si cabe, engrosar más los propios, tampoco ayuda, todo sea dicho, que Evenepoel arranque la Redoute, rampa decisiva de la Lieja-Bastoña-Lieja al 9% de pendiente media, con una treintena de ciclistas por delante, de nuevo como en Flandes, acelera por delante y no necesita ni tan siquiera levantarse del sillín para abrir un hueco insalvable.Victoria para Pogacar, séptima de la temporada y 95º de su carrera, con 26 años, que no serán 27 hasta finales de septiembre, una leyenda viviente, y por si fuera poco, vigente campeón del mundo con nueve monumentos, se sitúa en el tercer escalón histórico empatado con Costante Girardengo, Fausto Coppi y Sean Kelly, por delante, solo Roger De Vlaeminck (11) y, cómo no, Eddy Merckx (19).Segundo, de la vuelta a Lieja, cruza la línea de meta el italiano Giulio Ciccone (Lidl-Trek), con quien Pogacar comparte agencia de representación y tercero, justo a su rueda, el irlandés Ben Healy (Education First), ciclista de culto, pequeñito, peleón, siempre ofensivo. Evenepoel llega a tres minutos, en 59ª posición y entre varias decenas de ciclistas que luchan, tras seis horas sobre la bicicleta, por un puesto que maquille lo que algún día será una historia que contar a los nietos, todos podrán decir que compitieron contra el monstruo esloveno
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