Cuando la dirección de una prueba tiene en sus manos un recorrido genial, espectacular, un formato de prueba llamativo, el recorrido atractivo, los caminos, las sendas a su entera disponibilidad para el evento, todo este conjunto solo funciona si se tiene un grupo humano, un grupo de generosos valientes voluntarios, si señores, todo ese trabajo solo puede funcionar con ese grupo de personas invisibles, de personas que apenas salen en la foto, de verdaderos caballeros de hacer las cosas bien.
Toda la ilusión de los organizadores por hacer las cosas bien y que todo funcione siempre gira alrededor del grupo de voluntarios de las pruebas, en el desafió de Helios funcionaron como los engranajes de un reloj, siempre presentes en muchos puntos del recorrido, en los puntos de corte, en los pueblos, mención especial al los Campaneros de los pueblos por donde transcurrió la prueba, el repicar de campanas sembró el recorrido.
Seguro que me perdonareis que en este viaje, la crónica de la prueba la dejo en fuera de juego, la cronología de los resultados la dejamos para las ediciones y publicaciones diarias, semanales y mensuales de revistas o periódicos, este viaje toca felicitar a los anónimos, a los valientes que desde las primerísimas horas del día estaban al pie del cañón, al regimiento de trasmisiones que tanta cobertura dio, bomberos, médicos, sanitarios etc etc, algún valiente anónimo me dejare en el tintero, que me perdone, el aplauso es también suyo.
Cuando sabemos lo mucho que se trabaja, lo mucho que se pelea para que todo llegue a buen puerto, los ojos siempre se llenan de gotas de ilusión para continuar cada año con una nueva edición del Desafió de Helios sea siempre mejor, siempre sea respetuosa con el participante, siempre sea como es, una manera de luchar contra el sol y tener como mejor compañero a los propios participantes que como tu intentan lo difícil, que el sol no les deje de iluminar, gracias amigos voluntarios, el mejor trofeo es para vosotros, el mejor aplauso es vuestro, enhorabuena VOLUNTARIOS.
Cuando la dirección de una prueba tiene en sus manos un recorrido genial, espectacular, un formato de prueba llamativo, el recorrido atractivo, los caminos, las sendas a su entera disponibilidad para el evento, todo este conjunto solo funciona si se tiene un grupo humano, un grupo de generosos valientes voluntarios, si señores, todo ese trabajo solo puede funcionar con ese grupo de personas invisibles, de personas que apenas salen en la foto, de verdaderos caballeros de hacer las cosas bien.
Toda la ilusión de los organizadores por hacer las cosas bien y que todo funcione siempre gira alrededor del grupo de voluntarios de las pruebas, en el desafió de Helios funcionaron como los engranajes de un reloj, siempre presentes en muchos puntos del recorrido, en los puntos de corte, en los pueblos, mención especial al los Campaneros de los pueblos por donde transcurrió la prueba, el repicar de campanas sembró el recorrido.
Seguro que me perdonareis que en este viaje, la crónica de la prueba la dejo en fuera de juego, la cronología de los resultados la dejamos para las ediciones y publicaciones diarias, semanales y mensuales de revistas o periódicos, este viaje toca felicitar a los anónimos, a los valientes que desde las primerísimas horas del día estaban al pie del cañón, al regimiento de trasmisiones que tanta cobertura dio, bomberos, médicos, sanitarios etc etc, algún valiente anónimo me dejare en el tintero, que me perdone, el aplauso es también suyo.
